Un submarino sube y baja al fondo del mar gracias a sus tanques de flotabilidad.
Cuando el submarino está en la superficie del agua, sus tanques están llenos de aire, por eso su densidad o peso es menos que el agua que lo rodea. Para poder sumergirse, los tanques se llenan de agua, para que así , la densidad del submarino sea mayor que la del agua que lo rodea, y así poder bajar al fondo. Una vez que el submarino está bajo el agua se activa el aire comprimido para poder estar dentro del mismo. También el aire de los tanques es expulsado con la ayuda de unas bombas.
Hidroplanos, y unas pequeñas aletas móviles ayudan al ajuste del ángulo de inmersión. La función de las aletas móviles es hacer que el agua se mueva por encima de la zona de timón y así alinear el submarino.
La mayoría de los organismos en el oceáno dependen de la luz solar. Plantas y bacterias, como las algas marinas, el musgo o el plancton, necesitan la luz para producir energía a través de un proceso llamado: fotosíntesis.
Estos son comidos por otros animales más grandes, que a su vez también son comidos por otros mayores, y así sucesivamente. Recuerdas la “cadena alimenticia”?
La luz solar es la base de toda cadena alimenticia. La luz solar calienta la superficie del oceáno. Es muy importante porque así calienta el agua lo suficiente para que animales puedan vivir, también es la fuerza conductora de algunas corrientes. En el momento que la luz solar toca el oceáno, empieza hacer absorbida.
El oceáno se puede dividir en tres zonas verticales dependiendo de la luz que reciba. La primera zona es conocida como la Zona Eufótica que se extiende desde la superficie hasta aproximadamente 50 metros de profundidad dependiendo de la estación de año que nos encontremos , la hora del día, la claridad de las aguas y la presencia de nubes. En esta zona es donde hay suficiente luz para que las plantas produzcan su fotosíntesis. Plancton, algas marinas y musgo se encuentran en la zona Eufótica.
La segunda zona es conocida como la Zona Disfótica que se extiende desde los 50 metros (o desde donde termina la Zona Eufótica) hasta los 1.000 metros de profundidad más o menos. En esta zona hay suficiente luz para que los organismos vean pero es muy débil para lograr la fotosíntesis. Si nos aventuramos a entrar en la zona disfótica podremos apreciar como la luz desaparece poco a poco mientras bajamos a más profundidad.
Una vez que alcanzamos la Zona Afótica no hay luz. Esta zona se extiende desde los 1.000 metros de profundidad hasta los abismos del oceáno. Raramente encontraremos vida animal en esta zona, pero existe.
Algunos animales de esta zona crean su propia luz. Este fenómeno se llama bioluminiscencia.